sábado, 13 de abril de 2013

La Importancia de la Voluntad

  La voluntad es la clave para conseguir lo que uno se propone. Aquel que eduque la voluntad verá convertir sus sueños en realidad. Afectividad, Inteligencia y Voluntad constituyen un triptico esencial que nos dirige hacia lo mejor.
     La voluntad es la capacidad de ponerse unos objetivos y luchar hasta irlos alcanzando. Está claro que no es algo genérico sino adquirido. Dicho de otro modo, capacidad para aplazar la recompensa. Es por ello que no debemos buscar resultados inmediatos, sino mediatos, sacrificar lo cercano por lo lejano, saber esperar y saber continuar.
    Etimologicamente proviene del latín voluntas-voluntatis que significa querer. Si matizamos observaremos que desear es pretender algo de forma pasajera, momentánea, sin continuidad. Por el contrario, querer es determinación, propósito firme, haber tomado la resolución de conseguir algo y entregarse a la tarea. El inmaduro es emocional, va detrás de los deseos segun llegan y los va desechando, el maduro quiere algo con fundamento y precisión, lo delimita y se lanza con todas sus fuerzas en esa dirección, con voluntad. Toda educación empieza y termina por la voluntad.
Los padres somos los primeros educadores, un buen padre vale mas que cien maestros. Educar es seducir por encantamiento y ejemplaridad; seducir con los valores. Educar es convertir a alguien en persona, ayudarle a desarrollarse de la mejor manera posible en los diversos aspectos que tiene la naturaleza humana.
     La voluntad es firmeza en los propósitos, solidez en los planes a llevar hacia adelante y ánimo en las dificultades. Todo lo grande es hijo del esfuerzo y la renuncia. Quien tiene educada la voluntad es mas libre y puede llevar su vida hacia donde quiera: no eres más libre cuando haces lo que te apetece sino cuando eliges aquello que te hace más y mejor persona. Aspira a lo mejor.

     A continuación os diseño un decálogo que el Dr Rojas Marcos hace sobre cómo fomentar la voluntad:
  1. Hábito. La voluntad necesita un aprendizaje gradual, que se consigue con la repetición de actos en donde uno se vence y lucha y cae y se levanta y vuelve a empezar.
  2. Esfuerzo. Para tener voluntad hay que empezar a negarse y/o vencerse en estímulos e inclinaciones inmediatas.
  3. Motivación. Estar motivado es tener el arco tenso para apuntar al mejor blanco. "A lo que es capaz de renunciar en cuanto al placer de comer una persona que está motivada por adelgazar". 
  4. Objetividad. Es fundamental tener los objetivos claros, precisos, delimitados, medibles y estables. La cabeza no tolera la dispersión de aquello que queremos conseguir.
  5. Disciplina. Toda educación de la voluntad tiene un fondo austero, sobrio y costoso especialmente al comienzo. Las grandes ambiciones de un pequeño riachuelo que nace en la montaña y que conducido por padres y educadores se convierte en un río ancho y crecido en el valle.
  6. Autodominio. Uno no se deja llevar por el estímulo inmediato, se domina y se eleva por encima d elas circunstancias. Uno no hace lo que le apetece, ni lo más fácil, ni escoge el camino mas blando, sino que se dirige hacia lo excelente.
  7. Orden. El orden empieza en la cabeza, el que no sabe lo que quiere no puede ser feliz. orden en el trabajo, en el ocio, en los horarios. Ordenar es tirar lo que sobra y no sirve; en la duda, tirar.
  8. Constancia. esto significa, tenacidad, insistencia, perseverar, no darse por vencido cuando las cosas empiezan a costar. Es la política de los pequeños vencimientos.
  9. Educación. Una adecuada educación de la voluntad es un indicador de la madurez de la personalidad. Una persona con voluntad llega en la vida llega en la vida más lejos que una persona inteligente. Y al revés, una persona sin voluntad está siempre a merced de sus caprichos, tiranizado por la filosofía de "lo que me apetece".
  10. Trabajo. La educación de la voluntad no se acaba nunca. Lo que quiere decir que el ser humano es siempre una sinfonía inacabada. Hemos de poder decir que hemos intentado sacar lo mejor de nosotros mismos a pesar de los pesares.
     Para acabar algo que recuerdo leí en la fachada de una casa en las ruinas de Pompeya: Nihil difficile volenti: Nada es difícil si hay voluntad. Buena parte del éxito o el fracaso en la vida personal dependen de la educación de la voluntad.


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