La
voluntad es la clave para conseguir lo que uno se propone. Aquel que
eduque la voluntad verá convertir sus sueños en realidad. Afectividad,
Inteligencia y Voluntad constituyen un triptico esencial que nos dirige hacia
lo mejor.
La voluntad es la capacidad de ponerse unos objetivos y luchar hasta
irlos alcanzando. Está claro que no es algo genérico sino adquirido. Dicho de
otro modo, capacidad para aplazar la recompensa. Es por ello que no debemos
buscar resultados inmediatos, sino mediatos, sacrificar lo cercano por lo
lejano, saber esperar y saber continuar.
Etimologicamente proviene del latín voluntas-voluntatis que significa querer.
Si matizamos observaremos que desear es pretender algo de forma
pasajera, momentánea, sin continuidad. Por el contrario, querer es
determinación, propósito firme, haber tomado la resolución de conseguir algo y
entregarse a la tarea. El inmaduro es
emocional, va detrás de los deseos segun llegan y los va
desechando, el maduro quiere algo con fundamento y precisión, lo
delimita y se lanza con todas sus fuerzas en esa dirección, con voluntad.
Toda educación empieza y termina por la voluntad.
Los padres
somos los primeros educadores, un buen padre vale mas que cien maestros. Educar
es seducir por encantamiento y ejemplaridad; seducir con los valores. Educar es
convertir a alguien en persona, ayudarle a desarrollarse de la mejor manera
posible en los diversos aspectos que tiene la naturaleza humana.
La voluntad es firmeza en los propósitos, solidez en los planes a llevar
hacia adelante y ánimo en las dificultades. Todo lo grande es hijo del esfuerzo
y la renuncia. Quien tiene educada la voluntad es mas libre y puede llevar su
vida hacia donde quiera: no eres más libre cuando haces lo que te apetece sino
cuando eliges aquello que te hace más y mejor persona. Aspira a lo mejor.
A continuación os diseño un decálogo que el Dr Rojas Marcos
hace sobre cómo fomentar la voluntad:
- Hábito. La
voluntad necesita un aprendizaje gradual, que se consigue con la
repetición de actos en donde uno se vence y lucha y cae y se levanta y
vuelve a empezar.
- Esfuerzo. Para
tener voluntad hay que empezar a negarse y/o vencerse en estímulos e
inclinaciones inmediatas.
- Motivación. Estar motivado
es tener el arco tenso para apuntar al mejor blanco. "A lo que es
capaz de renunciar en cuanto al placer de comer una persona que está
motivada por adelgazar".
- Objetividad. Es
fundamental tener los objetivos claros, precisos, delimitados, medibles y
estables. La cabeza no tolera la dispersión de aquello que queremos
conseguir.
- Disciplina. Toda
educación de la voluntad tiene un fondo austero, sobrio y costoso
especialmente al comienzo. Las grandes ambiciones de un pequeño riachuelo
que nace en la montaña y que conducido por padres y educadores se
convierte en un río ancho y crecido en el valle.
- Autodominio. Uno
no se deja llevar por el estímulo inmediato, se domina y se eleva por
encima d elas circunstancias. Uno no hace lo que le apetece, ni lo más fácil,
ni escoge el camino mas blando, sino que se dirige hacia lo excelente.
- Orden. El orden
empieza en la cabeza, el que no sabe lo que quiere no puede ser feliz.
orden en el trabajo, en el ocio, en los horarios. Ordenar es tirar lo que
sobra y no sirve; en la duda, tirar.
- Constancia. esto
significa, tenacidad, insistencia, perseverar, no darse por vencido cuando
las cosas empiezan a costar. Es la política de los pequeños vencimientos.
- Educación. Una
adecuada educación de la voluntad es un indicador de la madurez de la
personalidad. Una persona con voluntad llega en la vida llega en la vida
más lejos que una persona inteligente. Y al revés, una persona sin
voluntad está siempre a merced de sus caprichos, tiranizado por la
filosofía de "lo que me apetece".
- Trabajo.
La educación de la voluntad no se acaba nunca. Lo que quiere
decir que el ser humano es siempre una sinfonía inacabada. Hemos de poder
decir que hemos intentado sacar lo mejor de nosotros mismos a pesar de los
pesares.
Para acabar algo que recuerdo leí en la fachada de una casa en las ruinas
de Pompeya: Nihil difficile volenti: Nada es difícil si hay
voluntad. Buena parte del éxito o el fracaso en la vida personal dependen de la
educación de la voluntad.